Mandamiento 503

Análisis, antecedentes y razón del mandamiento 503:

Vamos al mandamiento 503, que de alguna manera es el antídoto para no transgredir los mandamientos anteriores: no acumular caballos, no volver a Egipto, no acumular riquezas, no acumular mujeres, por supuesto.

Fijémonos en lo que dice el mandamiento 503: Que el rey escriba para sí un Séfer Torá; un rollo de la Torá, los libros de la Torá.

Deuteronomio 17:18

“Y cuando se siente sobre el trono de su reino, entonces escribirá para sí en un libro una copia de esta ley (Torá), del original que está al cuidado de los sacerdotes levitas.” (RV 60)

No sería la copia de otra copia, sino del original.

Deuteronomio 17:19 a

“Y lo tendrá consigo, y leerá en él todos los días de su vida.” (RV 60)

Nada de que ya me aburrí, todos los días tenía que leerlo.

Deuteronomio 17:19 b-20

“para que aprenda a temer al Eterno su Dios, para guardar todas las palabras de esta ley y estos estatutos, para ponerlos por obra; para que no se eleve su corazón sobre sus hermanos, ni se aparte del mandamiento a diestra ni a siniestra; a fin de que prolongue sus días en su reino, él y sus hijos, en medio de Israel.” (RV 60)

Hay un solo antídoto para todo esto que es eficaz, eso es la Torá. Esta es la parte activa de lo que tenía que hacer el Rey. Como lo leemos aquí, tenía que hacer él mismo una transcripción de la Torá. No podía encargarla a un escriba, no podía mandar a un siervo diciéndole que:

Se considera que, como lo leemos aquí, que este rollo de Torá lo iba a llevar a todos lados donde fuera, ya sea a la guerra, ya sea a sus días de descanso, a su casa de campo, a las casas de verano y lo iba a leer todos los días.

De acuerdo a lo que se comenta por algunos rabinos, se dice que tenía que hacer dos copias de la Torá, no solo una, sino dos, una para llevarla a todos lados y otra que se guardaba dentro de los tesoros del Rey. Era parte de los tesoros del Rey. ¿Cuál es el resultado de hacer esto? Como dice aquí: “Temor del Eterno y poner por obra todos estos mandamientos”.

Parece algo sencillo, no parece algo que fuera tan complicado, pero esto nos demuestra el poder que tiene la palabra de Dios, la eficacia que tiene la Palabra de Dios. La Torá tiene poder por sí misma. Por eso dijo el apóstol Pablo en Romanos 1:16

“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.” (RV 60)

Lo menciona como Evangelio, pero por supuesto es la Palabra misma. Nunca menosprecies el poder que tiene la Palabra de Dios. A lo mejor no da los resultados inmediatos que todos queremos, y esperar esto es lamentable porque hoy vivimos una generación que todo lo queremos para ayer, la generación del microondas, todo de inmediato.

Me duele la cabeza, me tomo una pastilla y en un minuto, si no se me quita, es como: esto no funciona muy bien, esto no es efectivo. Bueno, pues la Torá a veces no actúa tan efectivamente como quisiéramos o en el tiempo que quisiéramos, pero nunca va a caer, como dicen, en saco roto.

Siempre va a producir un propósito y esto creen que lo cumplió Yeshúa. No hay una evidencia de que Yeshúa haya escrito un rollo de Torá, pero Yeshúa es la Torá Viviente. Yeshúa es la Torá en sí mismo. Él es el Rey de Reyes. Él es la Torá. Además, su vida era una Torá. Él es la Torá. La Torá, como dijo Yeshúa, mis palabras son espíritu y son vida.

Juan 6:63

“El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.” (RV 60)

Ustedes creen que Salomón se dedicó a hacer esta transcripción. Escribió, creo que, 3000 proverbios. Ya no me acuerdo de qué número, porque no solamente son los que tenemos en el libro de Proverbios, sino muchísimos más. Pero si se hubiera enfocado a escribir esto realmente y a leerlo todos los días, seguramente no hubiera caído.

El espíritu del mandamiento 503:

Así como la consecuencia del pecado de Salomón fue que el reino se dividió, también muchas casas, muchos hogares son divididos cuando no se lleva a cabo esto. Así que yo quiero invitarte a que tú, en casa, hagas esta práctica. Esto es algo que yo he impulsado mucho aquí en Kehilá Camino a Emaús.

“La Transcripción de la Torá: Un Mandamiento Divino y su Impacto en la Vida Espiritual”

Es la transcripción de la Torá. Que como hijos del Rey, que como Rey de tu casa, que siguiendo el camino del temor del Eterno, lleves a cabo esa transcripción. Y si ya la terminaste, te animo a que, a lo mejor, sigas. Que ahora trascribas, a lo mejor, los evangelios o, a lo mejor, algunas cartas.

Pero esto tiene resultados comprobados. Cuando tú te dedicas a copiar, a transcribir un texto, prácticamente lo lees por lo menos tres veces. La primera, como que lo captas. La segunda, en lo que lo escribes. Y luego, lo que re lees lo que escribes. Entonces, por lo menos tres veces lo estás leyendo y eso, tarde que temprano, va a producir un fruto en tu vida.

Tampoco te desesperes. No es como diríamos magia. Es una Palabra de Dios, que es mucho más eficaz que cualquier otra cosa y, como dice, es como una espada y va a penetrar hasta tu alma. Así que, pues yo te invito de verdad, que lo hagas, que transcribas esto.

Más adelante veremos un mandamiento que se considera una Mitzvá, que cada israelita tenga su propia transcripción. Recordemos que en esos días no era así como hoy la tenemos aquí. No, pero eso no es suficiente. Yo creo que, si podemos ir a esta parte literal y hacerlo en nuestra vida, créeme que va a ser una gran bendición para tu vida.

Te animo a que cada día te tomes unos minutos de tu tiempo, te tomes un café con el Eterno o un té o lo que te guste y pases unos minutos con Él, escuchando su Palabra, leyendo su Palabra, meditando en su Palabra y escribiendo su Palabra.

Te garantizo, ahora sí que, resultados y, como dice aquí, finalmente vamos a prolongar nuestros días, tanto nosotros como nuestros hijos, en medio de Israel.

Este fue el mandamiento 503 de la sección Tesoros de la Torá.

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