292. No ofrendar animales con defectos por medio de idólatras.

Ni de mano de extranjeros tomarás estos animales para ofrecerlos como el pan de vuestro Dios, porque su corrupción está en ellos; hay en ellos defecto, no se os aceptarán. (Lev. 22:25 RVR60).

Análisis, antecedentes y razón de este mandamiento:

“No ofrendes este tipo de animales como alimento a Hashem, ni siquiera si es presentado para ofrendar por un no judío. Animales lisiados o defectuosos no hallarán aceptación para ti.” (Torá Emet).

Y en la Torá con Rachi dice así: “De la mano de un extraño”; la frase quiere decir que si un gentil trajo una ofrenda por medio de la mano de otro; al Cohen, para ofrecerla al cielo; a Hashem; no ofrecerán para él un animal con defecto; a pesar de que no se prohíbe en ofrenda a los animales defectuosos de los hijos de Noé.

Este nombre es aplicado a todos los gentiles, ya que la humanidad entera desciende de los tres hijos de Noé, si no a los gentiles que les falta un miembro completo, este permiso solo se aplica a una instalación que no esté en el campo”.

Se le llamaba instalación de culto o LUGAR ALTO (heb bāmâ (בָּמָה), a cualquier lugar alto que no sea el altar del santuario donde se encuentra el tabernáculo, porque en el tabernáculo todas las normas son mucho más estrictas, dice: “Pero, sobre el altar que está en el tabernáculo, en el Templo de la ley se aplica, no lo ofrecerás, pero un animal sin defectos si se puede recibir de ellos, de los gentiles.

Por ello, cualquier hombre; (expresión mencionada para incluir a los Gentiles); los cuales pueden prometer votos y ofrendas lo mismo que un judío.”

De una forma u otra, tanto los gentiles como los judíos podían hacer ofrendas a Hashem, pero obviamente hay un caso muy específico para que lo podamos entender mejor, es en La Voz de la Torah Rab Eli Munk; sobre un caso que sucedió antes de que fuera destruido el segundo templo; pasó lo siguiente dice: “Ni aún en manos del extranjero”, significa que según Rachid, aunque los paganos pueden ofrecer animal mutilado en los altares como sacrificio expiatorio,”No debéis a petición suya, ofreceros en mi altar para obtener la expiación por ellos; pues si los hubieses ofrecido para vosotros, no serían aceptados”.

La importancia de esta advertencia, aparece a lo largo de la historia del pueblo judío después del acontecimiento relatado por el Talmud Gittin 55b en relación con Kamtza and Bar-Kamtza, en la época de la destrucción del Segundo Santuario, el último había denunciado a los judíos ante el emperador romano y este con el deseo de poner a prueba los judíos, les envió con su intermediario un animal para el sacrificio, que los judíos debían ofrecer en el santuario de Jerusalén.

Sin embargo, Bar-Kamtza en el camino le infringió al animal un impedimento, rasgándole el labio superior o la retina, que lo hacía inadecuado para el sacrificio según la ley judía, pero según la costumbre de los paganos al presentar después el animal en el Santuario, las opiniones de los judíos estaban divididas en cuanto a la oportunidad de ofrecer el animal mutilado enviado por el emperador.

Pero Rabí Zejarya Ben Avkolas se opuso a pesar de las graves consecuencias que esto traería, porque era un encargo de parte del Emperador como una ofrenda, esto traería una repercusión política para los judíos, y a pesar de las graves consecuencias que se suscitarían no lo acepto. Este mandamiento apoya su tesis, de no recibir el ofrecimiento de animales por parte de los paganos, que no serán aceptados como si nosotros los ofreciéramos a causa de una mutilación, haciéndolos inadecuados, según nuestro criterio.

Para comprender mejor, pudiera que hicieran un altar y pasar por alto muchas cosas, pero en el Altar del Tabernáculo de Reunión, no lo podían hacerlo porque allí se aplicaba toda la Torá, conforme estaba escrito y principalmente el Cohen, tenía la responsabilidad de que la ofrenda que se le iba a hacer sería una ofrenda grata.

El espíritu del mandamiento:

En la actualidad, como dice la palabra, nosotros somos templo del Espíritu Santo. Nosotros estamos frente al altar constantemente, pensemos en las consecuencias, que tienen que ser muy graves, conforme a él el criterio más estricto de la Torá. Veamos algo, que es hermoso de parte de Dios, es que Él no hace excepción de personas, sino que, por su infinita misericordia, aún con aquellos que no conocen tanto de la Torá, no les exige tanto, como lo son los gentiles, pero a los que conocemos de la Torá, nos exige el 100%.

Por eso es importante que todo lo que hagamos nosotros como personas, esté estrictamente delimitado con base en lo que dicta la Torá, en nuestra forma de ser, de pensar y en todas las relaciones tanto de; amistad, laboral y económica que nosotros desarrollemos, tiene que ser basada a la Torá.

En el caso de este mandamiento 292, refiere que a los que más sepamos de la Torá, más se nos va a exigir. Y es por esto que el Señor nos pide que seamos responsables con el testimonio que damos en todos los aspectos de la vida, esto lo que provoca es que el Eterno nos va a ver con más agrado.

Por lo tanto, cuando hacemos una cosa a medias, de cualquier manera, puede parecer que no está mal, o que no tiene importancia, para el hombre puede pasar desapercibido, pero para Hashem no es agradable. Es importante que cada día podamos; quizás en la noche con antes de dormir, orando al Señor, pidiéndole a lo mejor perdón, por no hacer lo correcto delante de Él para que cada día nos enseñe y nos ayude a hacer lo correcto delante de Él.

Sepamos también que no es que haya dos leyes: una para los gentiles y otra para el pueblo de Dios, para el pueblo de Israel, sino que hay una sola, lo que si vemos es la misericordia de parte del Eterno para con aquellos que no conocen mucho de su Palabra, más que con aquellos que sí la conocen, pero que no la aplican.

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